12 febrero, 2010

Samba de frío


Subo al coche, en Radio3 suena Caetano Veloso y tras los cristales abatidos por los limpias, la nieve cae a ráfagas salvajes. Hace un momento golpeaba mi cara con rabia, se colaba como pequeñas moscas en mi boca abierta, que feliz las engullía como caramelitos de pica pica que se deshacen en la lengua...
Y ahora Caetano me lleva a los glúteos rojos por el sol, irritados de la arena, la sal brillando allí donde la espalda se perdió, tu sonrisa coronando mi felicidad en una tarde de playa, el sudor lamiendo las cuencas de tus piernas, de mis brazos que te despojaran de ese pequeño trozo de tela que esconde tu miel. Las olas son las que golpean ahora mi mente, salpicando de espuma la costa de mi imaginación.....
Y el frío del radiador de este 207 que gasta como un mechero y calienta, también, como un mechero ,me devuelve a esta tierra que cada vez se asemeja más a Canadá.
Pero....qué emoción llegar con hielo en los huesos y arrastrarte hasta el calor de nuestra cama, despojarte de las mil capas que seguramente cubrirán la coronación de tus piernas. Frío y terso, tu trasero me devolverá a la felicidad, y de premio, café caliente entre tus brazos.